jueves, 29 de marzo de 2012

LO QUE NO SABÍAS DE SANT BOI Porque ellos no quieren que lo sepas


LO QUE NO SABÍAS DE SANT BOI

Porque ellos no quieren que lo sepas


ÍNDICE

CÓMO SE HA FORMADO EL GOBIERNO DE SANT BOI
¿QUIÉN CONTROLA EL GOBIERNO DE SANT BOI?
¿CÓMO SON DE MARIONETAS?
EL ATRACO DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS
¿HAY ALGUNA DIFERENCIA?
¿QUÉ PODEMOS HACER PARA CAMBIARLO?

Hola amigo, hola amiga.

Te voy a explicar una historia de tu ciudad, Sant Boi, pero no una historia cualquiera, como la que podrás leer en los libros de historia oficiales escritos por gente que dibuja la historia según lo que le suena más bonito o según sus propias ideas políticas, pues se dice que la historia la escriben los vencedores, o al menos, los sirvientes de éstos.

La historia que te voy a explicar es una historia que está pasando ahora mismo pero que a la vez es la misma historia que ha pasado siempre.

Si la lees atentamente, quizá llegues a la conclusión que todo el sistema político y social, (Administración Autonómica, Administración Estatal, Administración Europea, Administración Mundial) funcionan de la misma manera.

Pero no quiero aburrirte dándole vueltas a cosas demasiado técnicas o que no vengan al caso.

Te lo voy a explicar todo tal y como pasa en lo que conoces más cercano, tu propia ciudad, Sant Boi.

CÓMO SE HA FORMADO EL GOBIERNO DE SANT BOI

En Sant Boi hay un gobierno, escogido en elecciones para que durante cuatro años dirija la ciudad.

La primera pregunta que hago es ¿verdaderamente ese gobierno manda? ¿verdaderamente dice lo que hay que hacer en la ciudad para beneficio de sus ciudadanos? ¿hay alguien por encima de ese gobierno que lo dirija como una marioneta?

Cualquiera podrá decir que si los políticos están para forrarse, etc, etc. Pero eso es quedarnos en nada, en resúmenes vulgares dichos muchas veces por personas que si fuesen políticos harían lo mismo que critican.

Al caso, en Sant Boi gobierna un partido desde hace muchos años, el PSC. Ayudado en muchas legislaturas por su socio ICV y con algún experimento pasajero con otros partidos.
El PSC de Sant Boi nunca ha tenido influencia dentro del PSC a nivel de Cataluña. El primer alcalde de la democracia vivía en Barcelona y venía aquí para gestionar la ciudad. Los militantes de ese partido, de origen en su mayoría de otras partes del Estado, lo respetaban por ser el jefe, pero no lo veían como uno suyo. Luego vino la anterior alcaldesa, teóricamente de ideas distintas al anterior alcalde y al que la militancia de su partido aceptó como al primero hasta que pusieron al actual alcalde. 

Absolutamente los tres tienen un factor en común. Son catalanistas en el sentido tradicionalista, ante una gran militancia castellanoparlante no nacida en Cataluña.

Esa misma masa castellanoparlante, a la que las cuestiones nacionalistas no les da ninguna importancia, sustenta a esa pequeña minoría que tiene su origen en familias con más o menos dinero, más o menos relacionadas con la tradición existente en la ciudad antes del boom migratorio interno.

¿QUIÉN CONTROLA EL GOBIERNO DE SANT BOI?

¿Quién está interesado en que el partido que gobierna esté controlado por esas familias? ¿Por qué a Sant Boi le faltan tantas cosas si lo comparamos con sus ciudades vecinas?
Mientras que en ciudades vecinas el PSC está controlado por gente que representa a la mayoría de sus votantes, gente castellanoparlante y trabajadora, en Sant Boi el PSC se ha mantenido controlado por familias lejanas al tipo mayoritario de los votantes de ese partido. ¿Por qué?

¿Por qué el actual alcalde fue candidato del PSC si era un total desconocido dentro y fuera de su partido? ¿Por qué se hizo todo lo posible para que no hubiesen elecciones internas dentro de ese partido para que algún candidato que representase a la gente de a pie no pudiese hacerle sombra? ¿Qué papel juega la Iglesia Católica y las familias que tienen las tierras y las principales empresas familiares de Sant Boi?

El actual alcalde es un infiltrado de la Iglesia Católica, del tradicionalismo catalanista y del tradicionalismo en general dentro del PSC de Sant Boi. ¿Por qué? Porque en estas ciudades metropolitanas casi siempre gana el mismo partido, entonces los sectores económicos y con arraigados intereses financieros en la ciudad (sectores a veces de poca monta sólo reforzados por el apellido de la familia en cuestión, por supuesto siempre catalán tradicional) infiltran a sus candidatos, a sus hombres de paja, en los partidos que tienen opción de manejar el gobierno.

Cuando se escogió internamente al actual alcalde dentro del PSC de Sant Boi, no había otro candidato, sólo se podía votar a la persona del actual alcalde como candidato a las elecciones. Y aún y así, se falsearon muchos, muchísimos votos (en las dos ocasiones en que se ha elegido como candidato), introduciendo en las urnas papeletas de gente que no había ido a votar y que sin saberlo estaban votando a favor del futuro candidato. Eso lo hicieron para que de cara a dentro y de cara a fuera del partido, el futuro candidato y actual alcalde quedase “fortalecido” por un supuesto apoyo que en verdad no tenía. Además de eso, los militantes del partido eran controlados de reojo para saber qué votaban y así poder tenerlos clasificados según afines o no afines y por tanto darle su oportuno lugar en la jerarquía del partido.

El actual alcalde y el resto de políticos miran por un Sant Boi que apenas existe. Por un Sant Boi ficticio que sólo existe en sus correterías sociales, en sus fiestas de entidades, asociaciones, premios, galas, inauguraciones y conferencias. Viven en barrios que según ellos tienen espíritu y están vivos, y se montan paranoias viendo un interés por la ciudad en la gente que casi no existe porque ellos mismos lo han apagado al gobernar una ilusión y no una realidad.

A Sant Boi le faltan muchas cosas respecto a sus ciudades vecinas porque aquí manda ese sector tradicionalista, pagés, encabezado por la iglesia católica. Eso no es aceptado en muchos sectores de ese partido y por eso Sant Boi queda al margen de inversiones más potentes y de políticas superiores que vengan de otros sitios donde gobierna el mismo partido (carencia de metro, tranvía, carreteras, inversiones de empresas superiores –cines, centros comerciales, etc.-…). 

A esos sectores tradicionalistas les interesa mucho controlar Sant Boi por sus intereses económicos, logísticos y religiosos.

¿CÓMO SON DE MARIONETAS?

Cuando el candidato a alcalde llega al gobierno y se junta con el resto de políticos del resto de partidos, ya no hay diferencia esencial. El alcalde dirigirá en función de la mano que le mece, de estirpe católica, pero el movimiento fundamental de la administración del ayuntamiento no podrá cambiarlo porque hay una estirpe más poderosa que se aferra a su control, y a la que no ha habido político lo suficientemente libre en esta ciudad para hacerle frente: la estirpe de los funcionarios, de los técnicos, de los trabajadores del ayuntamiento que aunque no trabajen no pueden ser despedidos porque son fijos de por vida, muchas veces habiendo aprobado los exámenes con una copia delante de las respuestas, facilitadas por políticos anteriores a los que les interesaba tenerlos ahí para que les obedeciesen –eso todavía se hace-. Pero el político se fue y el monstruo permaneció, de tal manera que fue haciéndose grande y grande y ahora manda más que el político, pues los políticos están unos años, pero ellos estarán hasta que se jubilen.

Por eso lo primero que se encuentran los políticos votados por los ciudadanos es su doble condición de marionetas (luego veremos que en verdad esa condición es triple).
Por un lado tienen que hacer todo lo posible para satisfacer a quién los colocó en el cargo –actualmente la iglesia y los sectores adinerados catalanistas tradicionalistas-. Por otro, su política debe respetar un mínimo de la dinámica funcionarial, porque los técnicos del ayuntamiento, perros viejos (en la mayoría de los sentidos), saben hacer que algo “no funcione”, “no sea posible”, o directamente salga como el culo para vergüenza y escarnio público del alcalde, si éste se sobrepasa con ellos.

Hasta ahora la ciudad no ha tenido un alcalde lo suficientemente libre que pudiese barrer algo tan difícil como chicles pegados, pues son técnicos fijos que en última instancia, y sólo cuando es posible, se mandan al “cementerio de elefantes”, es decir, que pagamos sueldos de funcionarios cuya única función es leer el periódico y hacer el crucigrama (literalmente), pues los políticos no quieren encomendarle otro trabajo porque, o bien lo haría en contra de ellos, o bien es un inútil acabado que en el pasado fue puesto a dedo.

EL ATRACO DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS

Y ahora viene el tercer aspecto –y muy grave- en el que los políticos ven –o no quieren ver- que son marionetas. Deben ceder una parte de su sueldo, a veces muy sustanciosa, al partido por el cual se presentan. Eso lo justifican diciendo que partido es la organización a la que todo se lo deben, etc. Pero pensándolo fríamente, implica que cualquier ciudadano está financiando partidos políticos que no son de sus ideas. Porque esa parte del sueldo es dinero público. ¿Por qué si el alcalde da, por ejemplo, 300 euros cada mes al PSC debe hacerlo con dinero público? Si, es de su sueldo y cada uno de su sueldo hace lo que quiere, pero eso es una ficción, porque ese dinero se descuenta directamente como donación al partido, es un dinero que no llega a ver, tal y como entra en su cuenta el partido se lo factura. Tendría derecho a no aportar dicho dinero al partido, pero ahí los partidos son tajantes, juegan con la constante amenaza interna: o pagas o no vuelves a ir de candidato. Eso es aplicable a todos los alcaldes y concejales. Además ese dinero que dan a los partidos luego se lo pueden deducir en la declaración de renta, como si aportasen ese dinero a una ONG…
Eso conlleva que todo ciudadano que paga sus impuestos en la ciudad, está financiando a los partidos políticos, sean o no sean de sus ideas.

El sistema que acabo de explicar tiene como base el PSC porque es el partido que actualmente está gobernando en Sant Boi y el que conforma muchas de las características propias de la ciudad puesto que lleva mucho tiempo gobernando. En otras ciudades del país esto mismo será aplicable a otros partidos, en la mayoría de los casos el PP.

Pero no hay absolutamente ningún partido político ni ninguna organización clásica que pueda cambiar ahora mismo ese sistema. ¿Por qué motivos?

1.Internamente, todos los partidos políticos funcionan exactamente igual, se hagan llamar asamblearios, se hagan llamar como se hagan llamar, todos funcionan de forma que el grupo dominante interno ahoga y aísla al minoritario para conseguir la candidatura a la alcaldía. A su vez, ese grupo mayoritario, es mayoritario porque recibe el dinero y el apoyo para convencer a la mayoría de sus militantes por parte de grupos de interés, ya sean empresas, la iglesia católica, corporaciones o asociaciones con intereses presentes o futuros.

2.Dentro del ayuntamiento todos se topan con la estirpe de los técnicos y no hay hijo de partido político que pueda cambiar eso sin un cambio sustancial del sistema que sólo podría llevarse a cabo en instancias superiores al municipio.

3.Todos dan parte del dinero público a su propia organización política, de manera que la inundación de carteles en las calles antes de las elecciones, también la paga el ciudadano.
Para clarificar todo esto, y que no pueda parecer en contra de un partido en concreto, continuaré con menciones a otras organizaciones políticas.

¿HAY ALGUNA DIFERENCIA?

El partido que más apoya al PSC es ICV. ICV es un partido bipolar, en el sentido que la mayoría que lo controla en Cataluña es un grupo de gente despótico-ilustrada que “lo quiere todo para el pueblo” pero sin el pueblo. Sus votos proceden en su mayoría de votantes del PSC que ora sí ora no, va cambiando de voto entre los partidos de la llamada izquierda, según la fama que tenga el alcalde o según la situación del partido a nivel del Estado. El voto genuinamente “de” ICV es muy pequeño por ser elitista y, sobre todo, hipócrita. ¿Por qué hipócrita? Porque se cree antisistema, hace creer a la gente que va a cambiar el sistema, pero luego funcionan exactamente igual que los demás. Ayudan en la medida que pueden al PSC, cobran su cuota de poder, le dan su parcelita de ayuntamiento, colocan a sus técnicos amigos en sus ámbitos, buscan captar sus votos con sus colegas de la fundación Marianao y todos tan amigos (la fundación Marianao “oculta” bajo sus actividades la promoción del programa de ICV, está dirigida de manera encubierta por la Iglesia católica aunque tenga apariencia de laica y progresista. El adoctrinamiento sutil que sufren los niños que ahí van es muy fuerte aunque apenas sea visible por sus padres).

De cara afuera, los de ICV son los primeros en las manifestaciones, son los primeros en criticar esto y lo otro de cómo funciona todo, son los primeros en decir que representan verdaderamente al pueblo, pero internamente hacen lo que les da la gana, y con su proceder refuerzan el sistema que critican.

Tienen impronta entre los jóvenes porque trabajan un mensaje atractivo en contra de lo establecido y a favor de la utopía que jamás plasman por ser acomodaticios y también esclavos del sistema.

Obviamente las conexiones que puedan haber tanto en el PSC como en ICV entre los núcleos de poder que colocan a sus candidatos, las fundaciones, la iglesia católica, etc., son desconocidos por la gran mayoría de sus militantes y simpatizantes, que no lo verían con buenos ojos y a los que les parecería increíble.

Luego existe el Partido Popular, que en Sant Boi también presenta particularidades respecto al PP de otros sitios. En Sant Boi está integrado sobre todo por gente súbdita de las familias poderosas que lo gobiernan en Cataluña que a su vez son esclavas de las que verdaderamente lo gobiernan desde Madrid.

Su candidata es un prototipo de mujer del PP, hecha a imagen y semejanza de la moda femenina pepera que se refleja en las máximas dirigentes de ese partido a nivel estatal. Pero en verdad sólo es apariencia, pues es una persona muy limitada en todos los sentidos y puesta ahí porque se sabe que en realidad no va a gobernar y no se necesita nada mejor (como el anterior).

En cuanto al sistema, las características de este partido son idénticas a las del PSC, únicamente siendo distintas pequeñas políticas concretas del día a día, de esas que los políticos quieren resaltar con que son las que en verdad cambian algo, pero que en verdad sólo sirven para llenar las coloridas y fuertes páginas de la revista municipal, manteniendo el mismo sistema técnico y de espolio ciudadano.

Convergencia i Unió sería cuatripolar, pues son dos partidos con las características descritas. Podría ser el partido del actual alcalde pues no hay diferencia ideológica entre ellos, pero como aquí gobierna el PSC la iglesia y los ricachones catalanistas metieron a su candidato en ese partido y dejaron a CiU esperar a mejores tiempos. Lo descrito para PSC y PP es aplicable aquí también en cuanto al uso y participación en el sistema, si bien en este partido cabe recalcar lo dicho también de las familias clásicas de la ciudad y su afán para que 10000 personas “gent del poble” controlen a 74000.

Existe un partido que ha sacado varios concejales en la ciudad, un partido de odio y destrucción, votado por ignorantes, por mentes simples a los que caló el mensaje racista. Mucha gente que en su día inmigró y que ahora condena la inmigración. Gente que es trabajadora y le gustaría ser explotadora de trabajadores. Hablamos del verdadero populacho, de estúpidos inconscientes, de gente que si supiese el verdadero destino de sus votos o de las acciones que podrían hacer las personas que han votado quizá se replantearían lo que han hecho. Cambiar el sistema sí, pero no para instaurar uno anterior y a todas luces muchísimo peor. Aunque parezca mentira, detrás de esto vuelve a estar la iglesia, y grupos financieros muy, muy poderosos, de esos que financiamos comprando muchos productos de nuestro día a día.

Dentro de los partidos que actualmente no tienen representación en el ayuntamiento y de los que podemos decir algo son ERC y Ciutadans. ERC es como ICV pero en independentista, aunque un poco menos hipócritas. Tienen su programa político y a la hora en que llegan al sistema del ayuntamiento hacen lo mismo que los demás. No difieren absolutamente en nada. Luego estaba Ciutadans, que fue una marca usada por rebotados del PSC y vivarachos que querían pillar algo a toda costa. Cuando se pasó la moda de Ciutadans se fueron a UPyD, que como cualquier partido nuevo de la actualidad, una cosa es lo que dice en las noticias y otra cosa es quien realmente forma parte de su militancia en las ciudades. En el caso de Sant Boi, simplemente gente que quiere formar parte del sistema con un discurso anti otros y pescar dinero y “fama”.

También hay grupos políticos que no son partidos y que sostienen el sistema:
-Los antisistema o apolíticos
-Los sindicatos
-Muchas entidades o asociaciones

Los antisistema o apolíticos son de muchos estilos, pero la mayoría son los que la gente clasifica como anarquistas (de los que visten bien o de los que van con estética descuidada). También están los okupas, que inciden en el tema de la vivienda, y en general, movimientos muy variados con el común denominador de decir que van en contra del sistema establecido. En Sant Boi eso ha tenido especial repercusión en el ámbito del Ateneu Santboià, aunque ahora sea dicho espacio otra sucursal del sistema.

Los antisistema son una parte esencial del sistema. Este sistema, para poder existir, necesita que alguien le diga que no existe. Aunque sean cuatro gatos mal vestidos. Es como a nivel estatal o mundial el terrorismo: lo necesitan los estados para implantar un mejor control a sus súbditos. Bush necesitaba la existencia de Al-Qaeda para invadir Irak y controlar su petróleo al mismo tiempo que se imponían a nivel mundial férreos controles en aeropuertos y se suprimían derechos individuales. Los antisistema suelen estar compuestos de chavales que se divierten a su manera, con sus preocupaciones sociales y eso, pero que luego crecen y, o bien las drogas les han dejado con la misma mentalidad, o bien se han integrado mejor en el sistema. 

Un caso precioso de la integración de antisistemas en el sistema es el Ateneu. Un regalito de las estirpes nacionalistas catalanas al actual alcalde. Los “dirigentes” del movimiento del ateneu –pues ahí tienen la misma jerarquía que en todos sitios- representan el alternativismo oficialista. El propio ayuntamiento y las propias entidades financiadas por éste, sustentan a ese grupo, que materializan su paso de los piojos al sistema mediante la realización de conciertos. No es casualidad que el “líder” de dicho grupo y pulgoso marionetil mayor sea hijo de un destacado técnico de un ayuntamiento gobernado por el PSC.

Los sindicatos en Sant Boi son como en todos sitios. Asociaciones de gente con una inicial preocupación social o que coyunturalmente han necesitado de la ayuda del sindicato que conforman otro grupo más a tener en cuenta a la hora de repartirse el pastel de las candidaturas y del poder interno de los partidos políticos. UGT, CCOO, los sindicatos amarillos (antes se llamaba sindicatos amarillos a los sindicatos que defendían a los intereses de la empresa. Hoy en día todos son amarillos)… están llenos de gente cuya única vocación es conseguir un buen puesto en las candidaturas. Dicen defender los derechos de los trabajadores, y dentro del día a día es cierto que un sindicato puede sacarte de algún apuro, pero su discurso social y de defensa de los trabajadores es exactamente el mismo que pueda hacer cualquier partido político de la llamada izquierda en cuanto a credibilidad, desfase y polillas. Su funcionamiento es algo más sucio y chirriante que el de los partidos políticos y las operaciones por debajo de las mesas más frecuentes.

El máximo exponente de asco sindical puede encontrarse en cómo se venden a los gobiernos a cambio de puestos en sus partidos, en cómo las huelgas generales o sectoriales no son sino trámites que hay que pasar (en las huelgas generales se beneficia el Estado y las empresas, que se ahorran un pastón en sueldos y el país apenas se para porque ya está parado) y más directamente en los piquetes que se hacen en esas huelgas, donde trabajadores con ganas de ser patronos obligan a que todo el mundo hagan lo que ellos dicen o si no les dan con el látigo (gente cobarde que traga todo el año los efluvios de su jefe y un día quiere sentirse dominante).
Las entidades y asociaciones de Sant Boi son un circo inefable. Son sucursales de los dos principales partidos políticos, PSC e ICV, especialmente PSC. Muchas de sus actividades suelen ser quedadas de amigos para comer chorizo y beber vino, con subvención de los ciudadanos de la ciudad, claro. Cuando no, bailes regionales, negocios encubiertos, y cosas de todo tipo financiadas por la ciudadanía a través de las subvenciones. Teóricamente con eso se impulsa el “tejido asociativo”, que también teóricamente fomenta la participación de la gente en cosas que son del pueblo, bla bla bla. En la realidad, lo dicho, fiestas, cochinillos, cervecita por aquí, que tú me pagas mi proyecto que en verdad es súper-importante para la ciudad especialmente para mi bolsillo, etc.

Los políticos del gobierno municipal pierden el culo por ir a los actos de las asociaciones. Van, saludan al presidente de la asociación, piensan para su interior que están ganándose a la gente, esto es, ganando votos, y se creen que ya se han ganado el sueldo (la mayoría de la gente no saben quienes son en verdad, como mucho piensan “quién será esa larguirucha que interrumpe mi baile para hablarme de cosas aburridas”).

Los del gobierno municipal se creen que usan a las entidades para difundir su mensaje y para parecer próximos, la dirección de las entidades sabe que usa a los políticos para sacar dinero para fines particulares que se hacen pasar por fines generales (especialmente asociaciones pseudoculturales “territoriales”), la mayoría de los socios pasa del político de turno que va a figurar, pásame el torrezno que se acaba.

No todas las entidades funcionan así, sobre todo las que tienen a su cargo personas que necesitan ayuda especial. Y dentro de estas no cuentan las asociaciones feministas, que son otro engaño.

Los sectores feministas son otro grupo más de poder dentro de los partidos políticos, especialmente desde que hay que hacer eso de la paridad en las listas electorales. También son otro lobby con sus asociaciones, con muchas disputas internas por cierto.

Basándose en la legítima y necesaria igualdad entre sexos, desvirtúan ese mensaje y degradan el verdadero feminismo en auténtico hembrismo. Por eso la mayoría de las mujeres pasan de las feministas, porque las feministas representan a las mujeres lo mismo que un partido político de masas representa a la masa: nada, sin contar la estupidez generalizada.

Usan el “soy mujer” para beneficio propio, para subir escalones en el poder, para enchufar a sus amigas, en definitiva, para cualquier cosa que les pueda dar poder a sus egos. No puede hablar de nuevos usos del tiempo quien no tiene tiempo para sí mismo. No puede hablar de nueva masculinidad quien no es masculino. No puede hablar de feminismo quien ejecuta el poder como un machista pero en femenino (hembrismo).

Los hombres de los partidos políticos van aceptando esa mentira del hembrismo porque es la moda, es lo que está bien, y si no lo aceptas, eres directamente un malo machista asesino de mujeres reincidente y también violador –perdonadme la exageración-.

No hay valor para poner las cosas en su sitio, no hay libertad para quitar estereotipos, los eufemismos pueblan el lenguaje de una administración que cada vez se distancia más de sus administrados.

Viendo este panorama, viendo este sistema, ¿QUÉ PODEMOS HACER PARA CAMBIARLO? 

 Hemos visto que todos los partidos –aunque suene típico- son lo mismo.

1.Todos usan del poder interno que proviene de fuentes interesadas para poner a sus candidatos, digan lo que digan. Cuando los candidatos llegan al poder deben responder ante quien les ha puesto, gobernando a su favor y haciendo las políticas que les manden (Ej: súbeme la velocidad en las autopistas a 140, que gastarán más gasolina, yo subo la gasolina y gano más y ellos contentos porque pueden correr más / ahora que gobernamos, quítame Águila Roja de TVE porque hablan mal de nosotros y de nuestros compañeros cuando nos vestimos con capuchas rojas y maquinamos).

2.Todos sucumben ante el poder técnico de los funcionarios que hacen y deshacen las políticas como quieren, diseñan lo que quieren y esperan a que el político de turno pase para seguir haciendo y deshaciendo. Ningún ciudadano puede controlarlos y los políticos están limitados por ellos.

3.Todos financian sus organizaciones políticas, digan lo que digan, con parte de su sueldo público, por fuerza del partido que les ha puesto (no son donaciones voluntarias). Con eso cualquier ciudadano que pague impuestos en su ciudad, está financiando a grupos políticos sean de las ideas que sean.

4.Los clásicos antisistema y los anarquistas son tan parte del sistema como los partidos políticos (Ojo!: Los medios de comunicación, elemento esencial de manipulación del sistema, intentan hacer creer a la gente que el movimiento indignado (en España 15-M) es un movimiento antisistema clásico, cuando es un movimiento espontáneo de gente que está verdaderamente harta. Por eso mismo, si alguna vez ves a algún partido político o a algún grupo anarquista que intenta hacerse defensor de las ideas de los indignados, ten por seguro que miente, es el lobo con piel de oveja. Cada indignado es único, tiene sus propias ideas y es líder de sí mismo).

5.Lo que pasa en Sant Boi pasa en todos lados. Todos los movimientos que conocemos tratan de separar, de crecer a base de anteponerse sobre otros. Los que se llaman integradores, quieren integrar separando a sus opuestos y viceversa. Este sistema está basado en ser y estar a favor de algo y en contra de algo, en opuestos. Sin embargo todos tenemos un amigo de ideas políticas o sociales contrarias a las nuestras que sabemos que es buena persona y que hablando con él podemos llegar a entenderle y él a nosotros, aunque luego cada uno continúe teniendo sus propias opiniones.