LO QUE NO SABÍAS DE SANT BOI
Porque ellos no quieren que lo sepas
ÍNDICE
CÓMO SE HA FORMADO EL GOBIERNO DE SANT BOI
¿QUIÉN CONTROLA EL GOBIERNO DE SANT BOI?
¿CÓMO SON DE MARIONETAS?
EL ATRACO DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS
¿HAY ALGUNA DIFERENCIA?
¿QUÉ PODEMOS HACER PARA CAMBIARLO?
Hola amigo, hola amiga.
Te voy a explicar una historia de tu
ciudad, Sant Boi, pero no una historia cualquiera, como la que podrás leer en
los libros de historia oficiales escritos por gente que dibuja la historia
según lo que le suena más bonito o según sus propias ideas políticas, pues se
dice que la historia la escriben los vencedores, o al menos, los sirvientes de
éstos.
La historia que te voy a explicar es
una historia que está pasando ahora mismo pero que a la vez es la misma
historia que ha pasado siempre.
Si la lees atentamente, quizá
llegues a la conclusión que todo el sistema político y social, (Administración
Autonómica, Administración Estatal, Administración Europea, Administración
Mundial) funcionan de la misma manera.
Pero no quiero aburrirte dándole
vueltas a cosas demasiado técnicas o que no vengan al caso.
Te lo voy a explicar todo tal y como
pasa en lo que conoces más cercano, tu propia ciudad, Sant Boi.
CÓMO SE HA FORMADO EL GOBIERNO DE SANT BOI
En Sant Boi hay un gobierno,
escogido en elecciones para que durante cuatro años dirija la ciudad.
La primera pregunta que hago es
¿verdaderamente ese gobierno manda? ¿verdaderamente dice lo que hay que hacer
en la ciudad para beneficio de sus ciudadanos? ¿hay alguien por encima de ese
gobierno que lo dirija como una marioneta?
Cualquiera podrá decir que si los
políticos están para forrarse, etc, etc. Pero eso es quedarnos en nada, en
resúmenes vulgares dichos muchas veces por personas que si fuesen políticos
harían lo mismo que critican.
Al caso, en Sant Boi gobierna un
partido desde hace muchos años, el PSC. Ayudado en muchas legislaturas por su
socio ICV y con algún experimento pasajero con otros partidos.
El PSC de Sant Boi nunca ha tenido
influencia dentro del PSC a nivel de Cataluña. El primer alcalde de la
democracia vivía en Barcelona y venía aquí para gestionar la ciudad. Los
militantes de ese partido, de origen en su mayoría de otras partes del Estado,
lo respetaban por ser el jefe, pero no lo veían como uno suyo. Luego vino la
anterior alcaldesa, teóricamente de ideas distintas al anterior alcalde y al
que la militancia de su partido aceptó como al primero hasta que pusieron al
actual alcalde.
Absolutamente los tres tienen un factor en común. Son catalanistas en el sentido tradicionalista, ante una gran militancia castellanoparlante no nacida en Cataluña.
Absolutamente los tres tienen un factor en común. Son catalanistas en el sentido tradicionalista, ante una gran militancia castellanoparlante no nacida en Cataluña.
Esa misma masa castellanoparlante, a
la que las cuestiones nacionalistas no les da ninguna importancia, sustenta a
esa pequeña minoría que tiene su origen en familias con más o menos dinero, más
o menos relacionadas con la tradición existente en la ciudad antes del boom
migratorio interno.
¿QUIÉN CONTROLA EL GOBIERNO DE SANT BOI?
¿Quién está interesado en que el
partido que gobierna esté controlado por esas familias? ¿Por qué a Sant Boi le
faltan tantas cosas si lo comparamos con sus ciudades vecinas?
Mientras que en ciudades vecinas el
PSC está controlado por gente que representa a la mayoría de sus votantes,
gente castellanoparlante y trabajadora, en Sant Boi el PSC se ha mantenido
controlado por familias lejanas al tipo mayoritario de los votantes de ese
partido. ¿Por qué?
¿Por qué el actual alcalde fue
candidato del PSC si era un total desconocido dentro y fuera de su partido?
¿Por qué se hizo todo lo posible para que no hubiesen elecciones internas
dentro de ese partido para que algún candidato que representase a la gente de a
pie no pudiese hacerle sombra? ¿Qué papel juega la Iglesia Católica y las
familias que tienen las tierras y las principales empresas familiares de Sant
Boi?
El actual alcalde es un infiltrado
de la Iglesia Católica, del tradicionalismo catalanista y del tradicionalismo
en general dentro del PSC de Sant Boi. ¿Por qué? Porque en estas ciudades
metropolitanas casi siempre gana el mismo partido, entonces los sectores
económicos y con arraigados intereses financieros en la ciudad (sectores a
veces de poca monta sólo reforzados por el apellido de la familia en cuestión,
por supuesto siempre catalán tradicional) infiltran a sus candidatos, a sus hombres
de paja, en los partidos que tienen opción de manejar el gobierno.
Cuando se escogió internamente al
actual alcalde dentro del PSC de Sant Boi, no había otro candidato, sólo se
podía votar a la persona del actual alcalde como candidato a las elecciones. Y
aún y así, se falsearon muchos, muchísimos votos (en las dos ocasiones en que
se ha elegido como candidato), introduciendo en las urnas papeletas de gente
que no había ido a votar y que sin saberlo estaban votando a favor del futuro
candidato. Eso lo hicieron para que de cara a dentro y de cara a fuera del
partido, el futuro candidato y actual alcalde quedase “fortalecido” por un
supuesto apoyo que en verdad no tenía. Además de eso, los militantes del
partido eran controlados de reojo para saber qué votaban y así poder tenerlos
clasificados según afines o no afines y por tanto darle su oportuno lugar en la
jerarquía del partido.
El actual alcalde y el resto de
políticos miran por un Sant Boi que apenas existe. Por un Sant Boi ficticio que
sólo existe en sus correterías sociales, en sus fiestas de entidades,
asociaciones, premios, galas, inauguraciones y conferencias. Viven en barrios
que según ellos tienen espíritu y están vivos, y se montan paranoias viendo un
interés por la ciudad en la gente que casi no existe porque ellos mismos lo han
apagado al gobernar una ilusión y no una realidad.
A Sant Boi le faltan muchas cosas
respecto a sus ciudades vecinas porque aquí manda ese sector tradicionalista,
pagés, encabezado por la iglesia católica. Eso no es aceptado en muchos
sectores de ese partido y por eso Sant Boi queda al margen de inversiones más
potentes y de políticas superiores que vengan de otros sitios donde gobierna el
mismo partido (carencia de metro, tranvía, carreteras, inversiones de empresas
superiores –cines, centros comerciales, etc.-…).
A esos sectores tradicionalistas les
interesa mucho controlar Sant Boi por sus intereses económicos, logísticos y
religiosos.
¿CÓMO SON DE MARIONETAS?
Cuando el candidato a alcalde llega
al gobierno y se junta con el resto de políticos del resto de partidos, ya no
hay diferencia esencial. El alcalde dirigirá en función de la mano que le mece,
de estirpe católica, pero el movimiento fundamental de la administración del
ayuntamiento no podrá cambiarlo porque hay una estirpe más poderosa que se
aferra a su control, y a la que no ha habido político lo suficientemente libre
en esta ciudad para hacerle frente: la estirpe de los funcionarios, de los
técnicos, de los trabajadores del ayuntamiento que aunque no trabajen no pueden
ser despedidos porque son fijos de por vida, muchas veces habiendo aprobado los
exámenes con una copia delante de las respuestas, facilitadas por políticos
anteriores a los que les interesaba tenerlos ahí para que les obedeciesen –eso
todavía se hace-. Pero el político se fue y el monstruo permaneció, de tal
manera que fue haciéndose grande y grande y ahora manda más que el político,
pues los políticos están unos años, pero ellos estarán hasta que se jubilen.
Por eso lo primero que se encuentran
los políticos votados por los ciudadanos es su doble condición de marionetas
(luego veremos que en verdad esa condición es triple).
Por un lado tienen que hacer todo lo
posible para satisfacer a quién los colocó en el cargo –actualmente la iglesia
y los sectores adinerados catalanistas tradicionalistas-. Por otro, su política
debe respetar un mínimo de la dinámica funcionarial, porque los técnicos del
ayuntamiento, perros viejos (en la mayoría de los sentidos), saben hacer que
algo “no funcione”, “no sea posible”, o directamente salga como el culo para
vergüenza y escarnio público del alcalde, si éste se sobrepasa con ellos.
Hasta ahora la ciudad no ha tenido
un alcalde lo suficientemente libre que pudiese barrer algo tan difícil como
chicles pegados, pues son técnicos fijos que en última instancia, y sólo cuando
es posible, se mandan al “cementerio de elefantes”, es decir, que pagamos
sueldos de funcionarios cuya única función es leer el periódico y hacer el
crucigrama (literalmente), pues los políticos no quieren encomendarle otro
trabajo porque, o bien lo haría en contra de ellos, o bien es un inútil acabado
que en el pasado fue puesto a dedo.
EL ATRACO DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS
Y ahora viene el tercer aspecto –y
muy grave- en el que los políticos ven –o no quieren ver- que son marionetas.
Deben ceder una parte de su sueldo, a veces muy sustanciosa, al partido por el
cual se presentan. Eso lo justifican diciendo que partido es la organización a
la que todo se lo deben, etc. Pero pensándolo fríamente, implica que cualquier
ciudadano está financiando partidos políticos que no son de sus ideas. Porque
esa parte del sueldo es dinero público. ¿Por qué si el alcalde da, por ejemplo,
300 euros cada mes al PSC debe
hacerlo con dinero público? Si, es de su sueldo y cada uno de su sueldo hace lo
que quiere, pero eso es una ficción, porque ese dinero se descuenta
directamente como donación al partido, es un dinero que no llega a ver, tal y
como entra en su cuenta el partido se lo factura. Tendría derecho a no aportar
dicho dinero al partido, pero ahí los partidos son tajantes, juegan con la
constante amenaza interna: o pagas o no vuelves a ir de candidato. Eso es
aplicable a todos los alcaldes y concejales. Además ese dinero que dan a los
partidos luego se lo pueden deducir en la declaración de renta, como si
aportasen ese dinero a una ONG…
Eso conlleva que todo ciudadano que
paga sus impuestos en la ciudad, está financiando a los partidos políticos,
sean o no sean de sus ideas.
El sistema que acabo de explicar
tiene como base el PSC porque es el partido que actualmente está gobernando en
Sant Boi y el que conforma muchas de las características propias de la ciudad
puesto que lleva mucho tiempo gobernando. En otras ciudades del país esto mismo
será aplicable a otros partidos, en la mayoría de los casos el PP.
Pero no hay absolutamente ningún
partido político ni ninguna organización clásica que pueda cambiar ahora mismo
ese sistema. ¿Por qué motivos?
1.Internamente, todos los partidos
políticos funcionan exactamente igual, se hagan llamar asamblearios, se hagan
llamar como se hagan llamar, todos funcionan de forma que el grupo dominante
interno ahoga y aísla al minoritario para conseguir la candidatura a la alcaldía.
A su vez, ese grupo mayoritario, es mayoritario porque recibe el dinero y el
apoyo para convencer a la mayoría de sus militantes por parte de grupos de
interés, ya sean empresas, la iglesia católica, corporaciones o asociaciones
con intereses presentes o futuros.
2.Dentro del ayuntamiento todos se
topan con la estirpe de los técnicos y no hay hijo de partido político que
pueda cambiar eso sin un cambio sustancial del sistema que sólo podría llevarse
a cabo en instancias superiores al municipio.
3.Todos dan parte del dinero público
a su propia organización política, de manera que la inundación de carteles en
las calles antes de las elecciones, también la paga el ciudadano.
Para clarificar todo esto, y que no
pueda parecer en contra de un partido en concreto, continuaré con menciones a
otras organizaciones políticas.
¿HAY ALGUNA DIFERENCIA?
El partido que más apoya al PSC es
ICV. ICV es un partido bipolar, en
el sentido que la mayoría que lo controla en Cataluña es un grupo de gente
despótico-ilustrada que “lo quiere todo para el pueblo” pero sin el pueblo. Sus
votos proceden en su mayoría de votantes del PSC que ora sí ora no, va cambiando
de voto entre los partidos de la llamada izquierda, según la fama que tenga el
alcalde o según la situación del partido a nivel del Estado. El voto
genuinamente “de” ICV es muy pequeño por ser elitista y, sobre todo, hipócrita.
¿Por qué hipócrita? Porque se cree antisistema, hace creer a la gente que va a
cambiar el sistema, pero luego funcionan exactamente igual que los demás.
Ayudan en la medida que pueden al PSC, cobran su cuota de poder, le dan su
parcelita de ayuntamiento, colocan a sus técnicos amigos en sus ámbitos, buscan
captar sus votos con sus colegas de la fundación Marianao y todos tan amigos (la
fundación Marianao “oculta” bajo sus actividades la promoción del programa de
ICV, está dirigida de manera encubierta por la Iglesia católica aunque tenga
apariencia de laica y progresista. El adoctrinamiento sutil que sufren los
niños que ahí van es muy fuerte aunque apenas sea visible por sus padres).
De cara afuera, los de ICV son los
primeros en las manifestaciones, son los primeros en criticar esto y lo otro de
cómo funciona todo, son los primeros en decir que representan verdaderamente al
pueblo, pero internamente hacen lo que les da la gana, y con su proceder
refuerzan el sistema que critican.
Tienen impronta entre los jóvenes
porque trabajan un mensaje atractivo en contra de lo establecido y a favor de
la utopía que jamás plasman por ser acomodaticios y también esclavos del
sistema.
Obviamente las conexiones que puedan
haber tanto en el PSC como en ICV entre los núcleos de poder que colocan a sus
candidatos, las fundaciones, la iglesia católica, etc., son desconocidos por la
gran mayoría de sus militantes y simpatizantes, que no lo verían con buenos
ojos y a los que les parecería increíble.
Luego existe el Partido Popular, que en Sant Boi también presenta particularidades
respecto al PP de otros sitios. En Sant Boi está integrado sobre todo por gente
súbdita de las familias poderosas que lo gobiernan en Cataluña que a su vez son
esclavas de las que verdaderamente lo gobiernan desde Madrid.
Su candidata es un prototipo de
mujer del PP, hecha a imagen y semejanza de la moda femenina pepera que se
refleja en las máximas dirigentes de ese partido a nivel estatal. Pero en
verdad sólo es apariencia, pues es una persona muy limitada en todos los sentidos
y puesta ahí porque se sabe que en realidad no va a gobernar y no se necesita
nada mejor (como el anterior).
En cuanto al sistema, las
características de este partido son idénticas a las del PSC, únicamente siendo
distintas pequeñas políticas concretas del día a día, de esas que los políticos
quieren resaltar con que son las que en verdad cambian algo, pero que en verdad
sólo sirven para llenar las coloridas y fuertes páginas de la revista
municipal, manteniendo el mismo sistema técnico y de espolio ciudadano.
Convergencia i Unió sería cuatripolar, pues son dos partidos con las características
descritas. Podría ser el partido del actual alcalde pues no hay diferencia
ideológica entre ellos, pero como aquí gobierna el PSC la iglesia y los
ricachones catalanistas metieron a su candidato en ese partido y dejaron a CiU
esperar a mejores tiempos. Lo descrito para PSC y PP es aplicable aquí también
en cuanto al uso y participación en el sistema, si bien en este partido cabe
recalcar lo dicho también de las familias clásicas de la ciudad y su afán para
que 10000 personas “gent del poble” controlen a 74000.
Existe un partido que ha sacado
varios concejales en la ciudad, un partido de odio y destrucción, votado por
ignorantes, por mentes simples a los que caló el mensaje racista. Mucha gente
que en su día inmigró y que ahora condena la inmigración. Gente que es
trabajadora y le gustaría ser explotadora de trabajadores. Hablamos del
verdadero populacho, de estúpidos inconscientes, de gente que si supiese el verdadero
destino de sus votos o de las acciones que podrían hacer las personas que han
votado quizá se replantearían lo que han hecho. Cambiar el sistema sí, pero no
para instaurar uno anterior y a todas luces muchísimo peor. Aunque parezca
mentira, detrás de esto vuelve a estar la iglesia, y grupos financieros muy,
muy poderosos, de esos que financiamos comprando muchos productos de nuestro
día a día.
Dentro de los partidos que actualmente no tienen representación en el
ayuntamiento y de los que podemos decir algo son ERC y Ciutadans. ERC es como
ICV pero en independentista, aunque un poco menos hipócritas. Tienen su
programa político y a la hora en que llegan al sistema del ayuntamiento hacen
lo mismo que los demás. No difieren absolutamente en nada. Luego estaba
Ciutadans, que fue una marca usada por rebotados del PSC y vivarachos que
querían pillar algo a toda costa. Cuando se pasó la moda de Ciutadans se fueron
a UPyD, que como cualquier partido nuevo de la actualidad, una cosa es lo que
dice en las noticias y otra cosa es quien realmente forma parte de su
militancia en las ciudades. En el caso de Sant Boi, simplemente gente que
quiere formar parte del sistema con un discurso anti otros y pescar dinero y
“fama”.
También hay grupos políticos que no son partidos y que sostienen el sistema:
-Los antisistema o apolíticos
-Los sindicatos
-Muchas entidades o asociaciones
Los antisistema o apolíticos son de muchos estilos, pero la mayoría son los que la
gente clasifica como anarquistas (de los que visten bien o de los que van con
estética descuidada). También están los okupas, que inciden en el tema de la
vivienda, y en general, movimientos muy variados con el común denominador de
decir que van en contra del sistema establecido. En Sant Boi eso ha tenido
especial repercusión en el ámbito del Ateneu Santboià, aunque ahora sea dicho
espacio otra sucursal del sistema.
Los antisistema son una parte
esencial del sistema. Este sistema, para poder existir, necesita que alguien le
diga que no existe. Aunque sean cuatro gatos mal vestidos. Es como a nivel
estatal o mundial el terrorismo: lo necesitan los estados para implantar un
mejor control a sus súbditos. Bush necesitaba la existencia de Al-Qaeda para
invadir Irak y controlar su petróleo al mismo tiempo que se imponían a nivel
mundial férreos controles en aeropuertos y se suprimían derechos individuales. Los
antisistema suelen estar compuestos de chavales que se divierten a su manera,
con sus preocupaciones sociales y eso, pero que luego crecen y, o bien las
drogas les han dejado con la misma mentalidad, o bien se han integrado mejor en
el sistema.
Un caso precioso de la integración
de antisistemas en el sistema es el Ateneu. Un regalito de las estirpes
nacionalistas catalanas al actual alcalde. Los “dirigentes” del movimiento del
ateneu –pues ahí tienen la misma jerarquía que en todos sitios- representan el
alternativismo oficialista. El propio ayuntamiento y las propias entidades
financiadas por éste, sustentan a ese grupo, que materializan su paso de los
piojos al sistema mediante la realización de conciertos. No es casualidad que
el “líder” de dicho grupo y pulgoso marionetil mayor sea hijo de un destacado
técnico de un ayuntamiento gobernado por el PSC.
Los sindicatos en
Sant Boi son como en todos sitios. Asociaciones de gente con una inicial
preocupación social o que coyunturalmente han necesitado de la ayuda del sindicato
que conforman otro grupo más a tener en cuenta a la hora de repartirse el
pastel de las candidaturas y del poder interno de los partidos políticos. UGT,
CCOO, los sindicatos amarillos (antes se llamaba sindicatos amarillos a los
sindicatos que defendían a los intereses de la empresa. Hoy en día todos son
amarillos)… están llenos de gente cuya única vocación es conseguir un buen
puesto en las candidaturas. Dicen defender los derechos de los trabajadores, y
dentro del día a día es cierto que un sindicato puede sacarte de algún apuro,
pero su discurso social y de defensa de los trabajadores es exactamente el
mismo que pueda hacer cualquier partido político de la llamada izquierda en
cuanto a credibilidad, desfase y polillas. Su funcionamiento es algo más sucio
y chirriante que el de los partidos políticos y las operaciones por debajo de
las mesas más frecuentes.
El máximo exponente de asco sindical
puede encontrarse en cómo se venden a los gobiernos a cambio de puestos en sus
partidos, en cómo las huelgas generales o sectoriales no son sino trámites que
hay que pasar (en las huelgas generales se beneficia el Estado y las empresas,
que se ahorran un pastón en sueldos y el país apenas se para porque ya está
parado) y más directamente en los piquetes que se hacen en esas huelgas, donde
trabajadores con ganas de ser patronos obligan a que todo el mundo hagan lo que
ellos dicen o si no les dan con el látigo (gente cobarde que traga todo el año
los efluvios de su jefe y un día quiere sentirse dominante).
Las entidades y asociaciones de Sant Boi son un circo inefable. Son sucursales de los dos
principales partidos políticos, PSC e ICV, especialmente PSC. Muchas de sus
actividades suelen ser quedadas de amigos para comer chorizo y beber vino, con
subvención de los ciudadanos de la ciudad, claro. Cuando no, bailes regionales,
negocios encubiertos, y cosas de todo tipo financiadas por la ciudadanía a
través de las subvenciones. Teóricamente con eso se impulsa el “tejido
asociativo”, que también teóricamente fomenta la participación de la gente en
cosas que son del pueblo, bla bla bla. En la realidad, lo dicho, fiestas,
cochinillos, cervecita por aquí, que tú me pagas mi proyecto que en verdad es
súper-importante para la ciudad especialmente para mi bolsillo, etc.
Los políticos del gobierno municipal
pierden el culo por ir a los actos de las asociaciones. Van, saludan al
presidente de la asociación, piensan para su interior que están ganándose a la
gente, esto es, ganando votos, y se creen que ya se han ganado el sueldo (la
mayoría de la gente no saben quienes son en verdad, como mucho piensan “quién
será esa larguirucha que interrumpe mi baile para hablarme de cosas
aburridas”).
Los del gobierno municipal se creen
que usan a las entidades para difundir su mensaje y para parecer próximos, la
dirección de las entidades sabe que usa a los políticos para sacar dinero para
fines particulares que se hacen pasar por fines generales (especialmente
asociaciones pseudoculturales “territoriales”), la mayoría de los socios pasa
del político de turno que va a figurar, pásame el torrezno que se acaba.
No todas las entidades funcionan
así, sobre todo las que tienen a su cargo personas que necesitan ayuda
especial. Y dentro de estas no cuentan las asociaciones feministas, que son
otro engaño.
Los sectores feministas son otro
grupo más de poder dentro de los partidos políticos, especialmente desde que
hay que hacer eso de la paridad en las listas electorales. También son otro
lobby con sus asociaciones, con muchas disputas internas por cierto.
Basándose en la legítima y necesaria
igualdad entre sexos, desvirtúan ese mensaje y degradan el verdadero feminismo
en auténtico hembrismo. Por eso la mayoría de las mujeres pasan de las
feministas, porque las feministas representan a las mujeres lo mismo que un
partido político de masas representa a la masa: nada, sin contar la estupidez
generalizada.
Usan el “soy mujer” para beneficio
propio, para subir escalones en el poder, para enchufar a sus amigas, en
definitiva, para cualquier cosa que les pueda dar poder a sus egos. No puede
hablar de nuevos usos del tiempo quien no tiene tiempo para sí mismo. No puede
hablar de nueva masculinidad quien no es masculino. No puede hablar de
feminismo quien ejecuta el poder como un machista pero en femenino (hembrismo).
Los hombres de los partidos
políticos van aceptando esa mentira del hembrismo porque es la moda, es lo que
está bien, y si no lo aceptas, eres directamente un malo machista asesino de
mujeres reincidente y también violador –perdonadme la exageración-.
No hay valor para poner las cosas en
su sitio, no hay libertad para quitar estereotipos, los eufemismos pueblan el
lenguaje de una administración que cada vez se distancia más de sus
administrados.
Viendo este panorama, viendo este sistema, ¿QUÉ PODEMOS
HACER PARA CAMBIARLO?
Hemos visto que
todos los partidos –aunque suene típico- son lo mismo.
1.Todos usan del poder interno que
proviene de fuentes interesadas para poner a sus candidatos, digan lo que
digan. Cuando los candidatos llegan al poder deben responder ante quien les ha
puesto, gobernando a su favor y haciendo las políticas que les manden (Ej:
súbeme la velocidad en las autopistas a 140, que gastarán más gasolina, yo subo
la gasolina y gano más y ellos contentos porque pueden correr más / ahora que
gobernamos, quítame Águila Roja de TVE porque hablan mal de nosotros y de nuestros
compañeros cuando nos vestimos con capuchas rojas y maquinamos).
2.Todos sucumben ante el poder
técnico de los funcionarios que hacen y deshacen las políticas como quieren,
diseñan lo que quieren y esperan a que el político de turno pase para seguir
haciendo y deshaciendo. Ningún ciudadano puede controlarlos y los políticos están
limitados por ellos.
3.Todos financian sus organizaciones
políticas, digan lo que digan, con parte de su sueldo público, por fuerza del
partido que les ha puesto (no son donaciones voluntarias). Con eso cualquier
ciudadano que pague impuestos en su ciudad, está financiando a grupos políticos
sean de las ideas que sean.
4.Los clásicos antisistema y los
anarquistas son tan parte del sistema como los partidos políticos (Ojo!: Los
medios de comunicación, elemento esencial de manipulación del sistema, intentan
hacer creer a la gente que el movimiento indignado (en España 15-M) es un
movimiento antisistema clásico, cuando es un movimiento espontáneo de gente que
está verdaderamente harta. Por eso mismo, si alguna vez ves a algún partido
político o a algún grupo anarquista que intenta hacerse defensor de las ideas
de los indignados, ten por seguro que miente, es el lobo con piel de oveja.
Cada indignado es único, tiene sus propias ideas y es líder de sí mismo).
5.Lo que pasa en Sant Boi pasa en
todos lados. Todos los movimientos que conocemos tratan de separar, de crecer a
base de anteponerse sobre otros. Los que se llaman integradores, quieren
integrar separando a sus opuestos y viceversa. Este sistema está basado en ser
y estar a favor de algo y en contra de algo, en opuestos. Sin embargo todos
tenemos un amigo de ideas políticas o sociales contrarias a las nuestras que
sabemos que es buena persona y que hablando con él podemos llegar a entenderle
y él a nosotros, aunque luego cada uno continúe teniendo sus propias opiniones.